¿QUÉ ES ELECTROQUIMIOTERAPIA?
La electroquimioterapia es una técnica desarrollada recientemente para el tratamiento de tumores cutáneos y subcutáneos. Se puede usar tanto en animales como en humanos.
En la década de 1980, se definieron condiciones eléctricas específicas que aumentan la permeabilidad de las células de la membrana in vitro, y nació el concepto de «electroporación». Este nuevo enfoque se desarrolló y con la eficacia mejorada de ciertos agentes quimioterapéuticos, en 1991 la electroporación se validó en los primeros estudios clínicos en medicina humana y veterinaria (Mir et al., 1991).
Gracias al proyecto ESOPE 2006 (Procedimientos Operativos Estándar Europeos de Electro quimioterapia) para uso en humanos, la técnica de electro quimioterapia fue estandarizada (Mir et al., 2006); y el dispositivo que usamos en Hospital veterinario Avila se rige estrictamente a estas medidas.
La electro quimioterapia (ECT) se emplea en medicina veterinaria en todo el mundo y su uso se está haciendo cada vez más popular entre los especialistas en oncología.
¿CUÁNDO SE USA ECT?
- Tratamiento de tumores superficiales (diferentes patologías oncológicas, las cuales deberán ser adecuadamente tipificadas)
- Tratamiento adyuvante para prevenir la recurrencia local si la resección es incompleta
- Terapia neoadyuvante para facilitar la cirugía
- Tratamiento paliativo para mejorar la calidad de vida del paciente.
¿CUÁNDO SE USA ECT?
- Tratamiento de tumores superficiales (diferentes patologías oncológicas, las cuales deberán ser adecuadamente tipificadas)
- Tratamiento adyuvante para prevenir la recurrencia local si la resección es incompleta
- Terapia neoadyuvante para facilitar la cirugía
- Tratamiento paliativo para mejorar la calidad de vida del paciente.
En medicina veterinaria, se emplea el mismo protocolo utilizado en medicina humana que consiste en inocular concentraciones de drogas antineoplásicas específicas y la aplicación de pulsos eléctricos a un tiempo determinado. Para realizar este tratamiento es indispensable que el paciente este bajo anestesia general.
Los animales pueden desarrollar efectos secundarios locales, como edema, necrosis, y requieren visitas de seguimiento cada dos semanas durante el período de recuperación.
En medicina veterinaria, se emplea el mismo protocolo utilizado en medicina humana que consiste en inocular concentraciones de drogas antineoplásicas específicas y la aplicación de pulsos eléctricos a un tiempo determinado. Para realizar este tratamiento es indispensable que el paciente este bajo anestesia general.
Los animales pueden desarrollar efectos secundarios locales, como edema, necrosis, y requieren visitas de seguimiento cada dos semanas durante el período de recuperación.
Sin embargo, la necrosis no provoca rasguños como una herida infectada, y los animales tratados con ECT no muestran una disminución en su estado general. El tejido cicatrizal saludable reemplaza gradualmente a la lesión tumoral. Esta curación por segunda intención puede durar hasta varias semanas.
La ECT puede requerir dos o más sesiones, pero en la mayoría de los casos, los resultados se pueden observar en pocos días.
También se puede usar como tratamiento adyuvante. Además de la cirugía o la quimioterapia, la eficacia de ECT se mantiene porque la tasa de proliferación celular es alta en estos casos. Por lo tanto, no hay riesgo de ralentizar la recuperación.
BENEFICIOS
Fácil de realizar: según un informe de ESOPE, las tasas de éxito no varían de un hospital a otro. Reducción de las dosis del agente quimioterapéutico: los efectos secundarios y los riesgos relacionados con la quimioterapia se reducen en gran medida o están ausentes
Tratamiento repetible: en promedio, tres sesiones necesarias para una lesión de 5 cm, dependiendo del tamaño inicial del tumor y la respuesta al tratamiento, sin umbral de toxicidad
Selectividad de las células tumorales: el tejido sano permanece intacto